Benedicto XVI nos pide a los católicos que estemos presentes en la redes sociales.
Las nuevas tecnología ofrecen una posibilidad inesperada porque nosotros a través de ellas podemos hacer que el mensaje del Evangelio llegue a más personas. Las nuevas tecnologías ofrecen la posibilidad de conocerse, de crear foros de encuentro y de comprensión, pero a la vez hace falta redescubrir la auténtica comunidad cristiana. (Mons. Carlo Maríe Celli, presidente del Pontificio Consejo de las Comunicaciones Sociales)
Mons Carlo María Celli reseña un amplio campo en el que debemos trabajar: redescubrir la auténtica comunidad cristiana y hacerlo para desarrollar las nuevas comunidades virtuales en torno a ese modelo. No vale cualquier comunidad ni valen cualquier manera de estar en ella. Hace falta un estilo cristiano de usar internet, una comunicación abierta y sincera , responsable y respetuosa en el modo de comunicar. Su Santidad nos indica que para comunicar el mensaje cristiano en internet es importante ser creativos, pero siempre respetando la profundidad del mensaje que se transmite.
Las comunidades virtuales son un campo de investigación ilusionante, pero sobre todo si pensamos en es un campo multidisciplinar en el que confluyen muchos campos del saber humano. La teología esta llamada a profundizar en el estudio del modelo de comunidad cristiana que pueda desarrollarse en el ciberespacio, pero unidas a ella está la psicología, el arte y la tecnología como complementos imprescindibles para llevar a cabo esta tarea.
Tenemos por delante al evangelización del tercer mileno. Yo no nos hacen falta calzadas romanas o medios de comunicación tradicionales. Ahora tenemos al comunicación en su esencia, al alcance de nuestros dedos.
Si me piden alguna característica de estas nuevas comunidades cristianas, diría que rompen positivamente con las estructuras eclesiales. Nos da igual si pertenecemos a una u otra parroquia o si pertenecemos a cualquier movimiento. Lo importante es lo que compartimos mediante la comunicación. Quizás sea aventurado, pero creo que internet ha venido a echarnos una mano para robustecer la unidad de la Iglesia.
Las nuevas tecnologías nos ofrecen la posibilidad de actuar sobre el mundo desde nuestra esfera personal. Ya no necesitamos disponer de editoriales o de productoras de video. Nos bastamos nosotros mismos para evangelizar en el otro extremo del planeta. ¿Milagroso? Tal ve no tanto. Ya ha sucedido antes.
Cuando Cristo se encarnó, el Imperio Romano fue al mismo tiempo un enemigo y un medio de difusión, de manera muy similar a lo que nos ocurre ahora.
Muy interesante lo que dices y además realmente cierto. Comparto contigo al cien por cien lo que expones en tu entrada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me siento muy bien en una comunidad virtual, pues allí expreso mis opiniones, se me corrige, se me saluda o se me extraña, sin importar a que Apostolado me dedico o donde desarrollo mis carismas,nos une el amor a Cristo, la Iglesia y al Papa. Un abrazo
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