Te prometo una vida apasionante!



Es maravilloso ver como vamos siendo capaces de comunicar nuestras expectativas, ansias y vocación mediante un lenguaje cada vez más ajustado al entendimiento del ser humano contemporáneo. Un ejemplo claro es este vídeo de promoción de las vocaciones sacerdotales. Es sencillo, grandioso y profundo. A las personas acostumbradas a tiempo cinematográfico les resultará más llamativo que cualquier otro que utilice un tiempo más cotidiano. La música está muy bien elegida, así como las combinaciones de colores y las imágenes fijas que se proyectan al final. Las frases cortas, directas hasta ser hirientes (para la sensibilidad contemporánea). 

He leído diversas críticas que se centran en estas tres frases: " te prometo un trabajo fijo ", "te prometo que nunca te arrepentirás", "te prometo que sabrán que has hecho lo correcto" "

Se critica estas afirmaciones porque "duelen" a la sociedad actual. Todas ellas parten del concepto de vocación, que se perdido o se considera un mito. Por eso estás críticas son más bien elogios que  entendemos cuando encontramos de donde parten. La vocación te lleva a trabajar sin atender a lo que ganes de sueldo, teniendo la certeza de que haces aquello para lo que has nacido y además estás completamente seguro. ¿No es maravilloso?

Ahora hay que buscar que este vídeo dé la vuelta al mundo y escueza unas cuantas conciencias. Que haya quien se queje y los desprecie. Que se mofen... eso implica que hemos dado en la diana. Es un video capaz de adentrarse en las consciencias y hacer reflexionar a jóvenes y no tan jóvenes que portan la vocación en su interior.

Ah, que no se me olvide. No olvidemos orar por las vocaciones en la cercana jornada para las vocaciones y durante todo el año. Un sacerdote en una bendición que Dios regala a su comunidad. Debemos ayudarles, apoyarlos, incluso sostenerlos si en un momento dado se tambalean. Son tan humanos como nosotros, pero su vocación les distingue.

Anonymous nos ataca

Esta tarde el grupo de hackers Anonymous ha bloqueado la web de la Santa Sede y hasta que la página no ha sido desactivada, mostró el siguiente mensaje:

«Buenos días, Vatican.va
Hoy, Anonymous ha decidido de poner bajo asedio vuestro sitio en respuesta a las doctrinas, las liturgias y los preceptos absurdos y anacrónicos que vuestra organización con intereses de lucro (iglesia apostólica romana) propaga y difunde en el mundo entero [...]»
«Este ataque NO se debe entender como un ataque hacia la religión cristiana o sus fieles en todo el mundo, sino hacia la corrupta Iglesia Romana Apostólica y todas sus emanaciones».


Lo menos que podemos hacer todos y cada uno de los católicos es decir al mundo que nosotros somos la Iglesia y que hemos sido atacados y denigrados por este grupo de piratas informáticos.

Para su mensaje utilizan la falacia de separar Iglesia y fieles, como si fuésemos algo diferente. Eclessia es la comunidad de fieles que seguimos a Cristo. Ciertamente es penoso que tantas personas sigan engañadas por los voceros antieclesiales y que además utilicen este tipo de ataques para difundir su engaño.

Aunque haya causado un daño moral y económico a la Iglesia, es justo que les perdonemos y les ofrezcamos nuestra mano de ayuda. La cruzada antisistema en la que están empeñados es una cruzada anti-ser humano que niega los principios fundamentales de nuestra libertad. Dios les perdone y les haga entender el error que supone atacarnos y mentir sobre nosotros.