¿Por qué comunicar en cristiano?

¿Qué razones nos llevan a estar presentes en la red y comunicar nuestra fe? Esta es una pregunta que posiblemente nos hayamos hecho más de una vez.

Las redes sociales virtuales no son más que una extensión de las redes sociales reales. ¿Que situaciones podemos encontrar?
  • En nuestro entorno físico nos gustaría tener un grupo de amigos-conocidos con quienes compartir nuestra Fe y no hemos tenido la gracia de encontrarlo. Las redes sociales virtuales nos permite encontrar a esas personas y relacionarnos con ellas. Las redes virtuales, nos ayudan y preparan para participar de forma más activa y proactiva, en el caso de encontrar ese grupo de personas en nuestro entorno real.
  • En nuestro entorno físico sí disponemos de un grupo de amigos-conocidos con los que compartir la Fe de forma activa. Las redes sociales virtuales nos permiten ampliar este circulo cercano y enriquecerlo.
  • Realizamos una labor evangelizadora activa en las redes sociales. Hemos creado blogs, compartimos materiales multimedia desde espacios sociales diversos. Buscamos el contacto con personas alejadas o incluso enfrentadas a nuestra Fe.
  • Somos generadores de contenidos multimedia cristianos que compartimos de forma activa con otras personas. Podemos tener una actitud evangelizadora activa o simplemente vivir nuestra Fe en las redes sociales.
En todos estos casos hay algo que nos hace buscar y el Señor nos lleva a se rherramientas útiles para su plan. Pensemos que en todos los casos tenemos inquietudes espirituales que se superponen a las condiciones de nuestro día a día. No podemos quedarnos pasivos esperando que los demás sean quienes realicen en trabajo en la viña del Señor.

¿Por qué comunicar en cristiano? Porque el Señor nos llama a ello con claridad y no podemos refrenar nuestra ilusión por dar testimonio de los creemos y sentimos. Las redes sociales, reales o virtuales, son sólo herramientas a través de las que nos comunicamos y comunicamos la buena noticia.

Tal vez alguna vez nos sintamos desanimados o sin ideas claras. No pasa nada, lo más importante es seguir adelante y no dejar de orar, poniéndonos en manos del Señor. Las redes son tan dinámicas que no pasa nada porque repitamos lo que hemos partido hace un año o dos. Siempre hay nuevas personas que acceden a lo que comunicamos y lo aprovechan.

En el hemisferio norte terminaremos la vacaciones de veranos en unos pocos días. Es un buen momento para recomenzar una nueva etapa con más fuerza y ánimo.

Llamados a comunicar a Cristo en las periferias existenciales (Mons. Celli)

"Para comunicar a Cristo estamos llamados a “no encerrarnos en la soledad, en el desaliento, en el sentimiento de impotencia ante los problemas”. El Papa nos indica que encerrarnos es un peligro: “Nos encerramos en la parroquia, con los amigos, en el movimiento, con quienes pensamos las mismas cosas… pero ¿saben qué ocurre? Cuando la Iglesia se cierra, se enferma. Piensen en una habitación cerrada durante un año; cuando se entra huele a humedad, muchas cosas no marchan. Una Iglesia cerrada es lo mismo: es una Iglesia enferma. La Iglesia debe salir de sí misma. ¿Adónde? Hacia las periferias existenciales, cualesquiera que sean. Pero salir. Jesús nos dice: “Id por todo el mundo. Id. Predicad, Dad testimonio del Evangelio” (cf. Mc 16, 15)”. (Francisco, discurso a los movimientos eclesiales, 18 de mayo 2013)

Podríamos afirmar que tantos hermanos y hermanas de este continente latinoamericano y del Caribe se encuentran en la periferia; lo mismo sucede con tantos comunicadores y medios de comunicación católicos que forman parte de una periferia respecto al enorme mercado de los grandes medios de comunicación comerciales.

Para todos los comunicadores católicos y, en especial, para aquellos que se encuentran en las periferias, tendremos que asumir y promover la Nueva Evangelización como un proceso integral del ser humano que ayuda a recuperar la dignidad de los hijos de Dios; buscando nuevas formas de comunicación para el desarrollo; y, como nos alienta el Papa Francisco, “sin encerrarnos”. Él afirma: “Prefiero mil veces una Iglesia accidentada, que haya tenido un accidente, que una Iglesia enferma por encerrarse”. Tengamos siempre presente que nosotros debemos comunicar la Verdad, la Bondad y la Belleza que es Cristo

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Seguimos con el texto que Mons Claudio María Celli ha hecho llegar a la Asociación de Comunicadores Católicos de América Latina y Caribe.

¿Qué son las periferias? Para que existan periferias debe haber un centro. Lo periférico es lo que está alejado del centro y el centro para el cristiano es Cristo. Las periferias son las zonas que se sienten lejanas y desmotivadas para acercarse a Cristo.

Pero hay periferias de muchos tipos, sociales, económicas, intelectuales, emotivas, etc. Todas y cada una de estas periferias sufren por no estar en el centro y el deber del cristiano es señalar que el centro no es la sociedad, ni la economía, ni el conocimiento, el centro es Cristo, que nos da fuerzas para dejar de sentirnos marginados y rechazados. A partir de ese momento, podremos andar de nuevo con dignidad por el mundo.

¿Qué pasa cuando nos encerramos en nuestra burbuja social? Posiblemente el episodio evangélico de la transfiguración sea el que mejor refleja lo que Cristo hizo al ver que los apóstoles estaban creando una maravillosa burbuja donde vivir: Señor, ¡qué bien estamos aquí!; si quieres haré aquí tres tiendas: una para Ti, otra para Moisés y otra para Elías (Mt 17, 4) Con la situación ideal aparece la tentación de cerrarnos en nosotros mismos y disfrutar de los talentos que hemos recibido de Dios. Pero: Todavía estaba hablando cuando una nube resplandeciente los cubrió con y una voz desde la nube dijo: Éste es mi Hijo, el Amado, en quien tengo mis complacencias: escuchadle (Mt 17, 5).

Se acabó la fiesta, hay que bajar del Tabor y seguir con el trabajo diario. La Iglesia que se cierra en si misma se enferma porque pierde el sentido difusor del Evangelio. Construir una comunidad maravillosa es un trabajo estupendo, pero sólo si esa comunidad crece  y crea nuevas comunidades, encuentra el sentido de su existencia.

La comunicación es esencial para llegar a las periferias. Lo complicado es que las periferias acepten lo que les comunicamos, pero al menos hemos de llegar y estar presentes allí donde Dios ha dejado de ser el centro de la vida de las personas.

En el caso de los blogs, es muy interesante pensar en invitar a personas que no piensan como nosotros a opinar o participar en lo que decimos. Lo ideal sería que participaran a través de los comentarios, pero a veces hay que forzar un poco el asunto y empujarles. Como siempre, esta actitud de ir hacia las periferias es peligrosa, ya que al intentar dialogar podemos perder más de lo que ganamos. Podemos accidentarnos y encontrarnos en un problema. Bueno, el Papa nos dice que un Iglesia que se accidenta siempre puede darse cuenta, pedir perdón por lo errores cometidos y volver a centrarse de nuevo. Una Iglesia que vive encerrada, languidece y desaparece.






Comunicadores promotores de la Cultura del Encuentro ( Mons. Celli)


Mons. Claudio María Celli, presidente del Pontificio Consejo de las Comunicaciones Sociales, se ha dirigido a la Asociación de Comunicadores Católicos de América Latina y Caribe, señalando una serie de elementos que el comunicador católico tiene que tener en cuento. Los blogs son portales de comunicación, por lo que no puede venir muy bien repasar lo que Mons. Celli comenta:


Vivimos una cultura del desencuentro, de la fragmentación, una cultura en la que lo que no me sirve lo tiro, la cultura del descarte […] Pero nosotros debemos ir al encuentro y debemos crear con nuestra fe una “cultura del encuentro”, una cultura de la amistad, una cultura donde hallamos hermanos, donde podemos hablar también con quienes no piensan como nosotros, también con quienes tienen otra fe,[…]. Todos tienen algo en común con nosotros: son imágenes de Dios, son hijos de Dios. Ir al encuentro con todos, sin negociar nuestra pertenencia”. (Papa Francisco, 18 de mayo, discurso a los movimientos eclesiales)

Hoy en día, la barrera digital no es la única causa de incomunicación; en una sociedad siempre conectada, el ser humano, en tantas circunstancias, vive más aislado que nunca y encuentra gran dificultad en iniciar una verdadera comunicación interpersonal.

El Papa Francisco nos propone instaurar y promover una cultura del encuentro con los demás, a partir de la fe que nace del encuentro personal con Jesús. Nuestros países en América Latina sufren la división económica y política que tantas veces separan a los hermanos y hermanas de este gran continente.

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Esta mañana reflexionaba en twitter sobre qué entendemos como un comunicador. El comunicador no es aquel que llena los medios de contenidos diversos: palabras, fotos, sonidos etc. Este aparente comunicador se podría asimilar a un agricultor que sólo se dedicara a echar agua a sus plantas. Tras unos días o meses, las plantas se ahogarían ante la saturación de agua.

El comunicador, es el motor de la comunicación pero no su centro. El motor en un automovil es importante, pero no lo es todo. El motor aporta la energía que los demás componentes utilizan para funcionar y ajustándose a sus necesidades. Un motor solitario no tiene sentido, igual que un comunicador que no escucha ni contesta a quien se comunica con él, tiene el más mínimo sentido.

La cultura del encuentro necesita de medios de comunicación que unan a dos o más personas que dialogan. No valen monólogos ni discursos cerrados. ¿Por qué el ser humano vive aislado en mundo repleto de medios de comunicación? Básicamente porque los medios están cerrados a su participación o secuestran su opinión. 

Es cierto que abrir los medios a todos, conlleva el peligro de que todo se caiga por la aparición de un "busca peleas". No cabe duda que este es el riesgo de abrir espacios para el dialogo. Pero creo que vale la pena intentarlo y perseverar.