Les invito a leer esta entrada en la web de Blogueros con el Papa.
BUFFER App. Planificar e interconectar redes sociales
Nadie duda que cada día disponemos de más y mejores aplicaciones que nos ayudan a estar presentes en las redes sociales. Existen muchas que son útiles, otras que son anecdóticas y algunas herramientas que son casi imprescindibles. Hoy les voy a hablar de una de las que son muy recomendables: Buffer App
¿Qué hace Buffer App? Básicamente dos cosas:
- Programar nuestra presencia en las redes a través de un planning de intervenciones en las redes que más nos interesan. Podemos planificar los post que vamos a compartir y secuenciarlos indicando el día y la hora a la que queremos que aparezcan, en la red que deseamos utilizar.
- Hacer posible el trasvase de entradas entre las diferentes redes sociales, de una manera intuitiva y muy sencilla. Si vemos una frase interesante en Twitter, podemos compartirla en Facebook o Linkedin. También podemos indicar cuando queremos que aparezca.
¿Para que podemos querer programar nuestra presencia en las redes? Seguramente alguno de ustedes habrá estado de viaje o incomunicado y le hubiera gustado no dejar de estar presente en sus redes favoritas. Tal vez alguno de ustedes esté organizando un evento y necesite hacer una campaña sistemática en las redes, pero estar todo el día y durante semanas delante del ordenador, le sea imposible. Tal vez quiera programar una serie de momentos en los que su presencia en las redes sea especialmente relevante y no puede estar en 5 redes al mismo tiempo y hacerlo de manera coordinada. Todo esto y otras situaciones lo resuelve Buffer App.
¿Para qué podríamos querer trasvasar información entre las redes? Porque hemos dado con post interesante en una red y quisiéramos compartirlos de forma inmediata o planificada, en otras redes.
Buffer App permite una modalidad gratuita, limitada en cuanto al número de post que podemos planificar y el número de redes que podemos manejar. La versión de pago posee la capacidad de planificación indefinida, 12 perfiles de posteo en las redes sociales y hasta dos personas que gestionen el Buffer que creemos. El problema es que la versión de pago no es demasiado asequible para personas y organizaciones sin ánimo de lucro, ya que cuesta 10$ mensuales o 102$ anuales. Pero también es cierto que la versión gratuita da bastante juego.
Otra funcionalidad interesante de Buffer App es que se integra en los navegadores, de forma que podemos introducir enlaces o posts, desde cualquier página web, aunque no cuente con enlaces a las redes sociales.
Adicionalmente, es posible hacer un seguimiento del impacto que han tenido las contribuciones que hemos hecho a través de Buffer App, mediante la función Analytics.
¿Hace falta esta herramienta para evangelizar en la red?
No es imprescindible, pero nos puede ayudar en los siguientes aspectos:
- Tener una presencia más constante en las redes. Cuidado: no intentemos saturar a nuestros contactos con decenas de referencias y enlaces. A medio plazo, es mejor postear poco y de forma relevante. A largo plazo, si nos pasamos, terminaremos siendo ignorados.
- Si "vivimos" en redes sociales diferentes y en una de ellas aparece algo relevante para otra de ellas, podemos postear desde la primera red a la segunda de forma directa. Cuidado: respetemos a los autores y demos referencia de ellos al hacer trasvases También es importante adecuar el formato del post. Si proviene de twitter y lo trasladamos a Facebook, quitemos los hashtags y las direcciones twitter o quedará ridículo.
- Ayudar a algún amigo que le cuesta estar presente en más de una red. Podemos enviar referencias de su labor a diferentes redes, sin tener que estar saliendo y entrado.
- Se pueden programar eventos que queremos que se realicen de forma síncrona, por ejemplo gestionar grupos de oración atendiendo a las diferencias horarias entre los participantes
Seguro a ustedes se les ocurren más aplicaciones. No duden en compartirlas con nosotros.
En sucesivas entradas hablaré de aspectos más concretos de esta herramienta. Ahora les dejo con un interesante vídeo sobre el tema
Sustitución de simbolismos (Respuesta a Pablo H. Breijo)
He leído un interesante post: “El código QR del Corazón de Jesús” de Pablo H. Breijo en su blog. Blog que recomiendo sin dudarlo un momento.
Pablo habla sobre un hecho puntual, que cada vez es menos puntual: la sustitución y convivencia de simbolismos actuales y tradicionales. En un cartel se sustituye el Corazón de Jesús por un código QR. Los códigos QR son enlaces gráficos que nos permiten acceder a una dirección web a través de un teléfono movil. Pablo se hace una interesante pregunta: ¿Debe la Iglesia católica utilizar este tipo de herramientas para la evangelización?
Es decir ¿Hasta que punto podemos o debemos introducir la dinámica comunicativa actual dentro del mensaje cristiano tradicional? La pregunta no es sencilla de contestar, porque podemos obtener diversas respuestas válidas y contradictorias. Hablamos de un problema en el que se cruzan dimensiones estéticas, funcionales, simbólicas y sentimentales.
Hay quien rechazará de plano este cartel por haber “profanado” el simbolismo del Sagrado Corazón de Jesús. No le puedo quitar la razón a esta persona, ya que eso es lo que el diseñador gráfico ha buscado: trastocar una imagen simbólica tradicional buscando un acto simbólico actual. Esta actitud “transgresora”, conlleva oportunidades y peligros.
Analicemos qué es lo que nos lleva a comprender este cartel de una forma u otra. Una imagen transmite un mensaje que interpretamos por medio de nuestro conocimiento y entendimiento personal. Una persona mayor no suele ir capturando códigos QR con un teléfono móvil o celular, por lo que suele desconocer el mundo que hay detrás. Pensemos que hay personas que se sentirán dolidas al ver sustituido un elemento fundamental del mensaje cristiano por un dibujito lleno de cuadrados que no tiene mensaje directo alguno.
Sin duda habrá a quien le dé igual la sustitución, porque desconoce todo el simbolismo y significación del Corazón de Jesús, las apariciones en Paray-le-Monial, los mensajes, su proyección en las devociones, etc. También habrá quien le dé igual porque se siente desafecto al mensaje cristiano y verá en el cartel una “afortunada” ridiculización de aquello que ignora y desdeña.
Pero pensemos un momento en un joven que se para delante del cartel, coge su teléfono, enfoca al corazón de Cristo y busca el enlace que está imbuido en el código QR. Estamos provocando una cadena de actos de gran simbolismo que pueden golpear la conciencia de quien realiza esta acción aparentemente trivial. Esto no es tan novedoso como nos pudiéramos creer. En Belén, la Basílica de la Natividad tiene un puerta tan pequeña y estrecha que sólo se puede pasar de uno en uno y haciendo una reverencia. ¿Evangelizar generando actitudes inconscientes es válido? Yo creo que sí lo es, aunque hay que tener mucho cuidado a la hora de utilizar este tipo de herramientas. ¿Por qué?
La Iglesia en Madre y Sabia, por lo que ya conoce lo que hay dentro de nuestros corazones y nos avisa de los peligros que tenemos por delante. El peligro que conlleva esta mezcla de simbolismos está en la desacralización en la que estamos inmensos. Habrá quien se sienta herido cuando vea este cartel y puede ser que esta herida le lleve a alejarse de la Iglesia. Desde su perspectiva los propios católicos profanan la imagen y simbolismo del Sagrado corazón.
Por lo tanto, tendremos que tener cuidado y sensibilidad al utilizar este tipo de reclamo. Saber dónde lo colocamos y el objetivo que buscamos. Tal vez sería interesante incluir en el cartel una pregunta que haga reflexionar al joven sobre su acción. Yo hubiera incluido una imagen del Sagrado corazón tradicional de manera que no se sustituyera el simbolismo completamente. Ligaría la pregunta a las dos imágenes y suscitaría la curiosidad por saber qué hay detrás, utilizando el código QR.
Dicho todo esto, creo que lo más interesante de todo es que nos demos cuenta de las oportunidades de evangelización que nos dan las nuevas tecnologías y los peligros que conlleva su utilización sin cierto control. No vaya a ser que para ganar a un nuevo cristiano hayamos herido a diez. El equilibrio no es sencillo y requiere iluminación por parte del Espíritu.
Seguro que querrán visitar la entrada de Pablo: “El código QR del Corazón de Jesús” y comentarle sus respuestas personales. Esto nos enriquecerá a todos.
Cuidar la comunicación en las redes sociales
La comunicación es un hecho bidireccional, aunque sea un poco difícil de entender para los periodistas, que están acostumbrados a entenderse únicamente como fuente de información. Para evangelizar hay que dialogar y para ello es necesario intercambio de conocimiento, afectividad y voluntad. El evangelizador no es una agencia de noticias ni un programa de TV, es una persona que escucha más que habla, que acepta más que da. En una sociedad llena de ruido mediático, lo innovador es escuchar.
Por ello es necesario un esfuerzo para entender a quienes toman contacto con nosotros. En las redes sociales podemos encontrarnos con más de mil amigos, de los cuales una mínima parte reciben lo que comunicamos. Las razones pueden ser diversas: hay dejado de utilizar la red social, prefieren estar en una posición puramente receptiva, lo que publicamos es marginalmente de su interés. Hay quienes interactúan con asiduidad, lo que les señala como nodos activos de nuestra tarea evangelizadora. Cuidemos a estas personas dándole cancha en nuestra red. Compartamos lo que ellos nos envían ya que se darán cuenta rápidamente que les escuchamos y valoramos.
Cuidemos le lenguaje, en cuanto a que es fundamental para que la comunicación se establezca y la interacción permanezca. Hablar en términos teológicos a una persona que a dura penas entiende los conceptos más elementales, puede llevarnos a alejarnos rápidamente de él. Por otra parte, hablar en términos imprecisos a quien tienen suficiente capacidad para utilizar conceptos complejos, nos lleva a crear malentendidos. ¿Qué lenguaje utilizar cuando se tiene una personas muy diferentes entre nuestras amistades? Podemos utilizar un lenguaje intermedio y predisponernos a dar explicaciones cada vez que nos las pidan.
El contexto de la conversación importa. No es lo mismo dialogar en "abierto" que en "privado". Cuando dialogamos de forma pública, lo que transmitamos será recibido por muchas personas, además de la interesada. Por ello es interesante ir haciendo resúmenes que permitan entender por donde vamos, si la conversación es larga. Además, estos resúmenes nos permiten fijar las ideas que vamos desarrollando y los consensos logrados. En privado no es necesario tanto cuidado, pero aún así, no viene mal resumir lo hablado si la conversación se alarga.
El contexto de la conversación importa. No es lo mismo dialogar en "abierto" que en "privado". Cuando dialogamos de forma pública, lo que transmitamos será recibido por muchas personas, además de la interesada. Por ello es interesante ir haciendo resúmenes que permitan entender por donde vamos, si la conversación es larga. Además, estos resúmenes nos permiten fijar las ideas que vamos desarrollando y los consensos logrados. En privado no es necesario tanto cuidado, pero aún así, no viene mal resumir lo hablado si la conversación se alarga.
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