Pertubadores IV (Influencers-Trolls)

 


En abril del 2014 escribí el tercer post sobre los Trolls (III) y ahora vuelvo sobre el tema con un cuarto post. No creo que sea el último, porque los Trolls han ido mejorando sus estrategias y al mismo tiempo, destrozando la red en muchos sentidos. A los seres humanos nos gusta meter el dedo en el ojo de quien vemos que no piensa o actúa como nosotros. La estrategia del Troll es camuflarse y generar polémica mediante comentarios El fenómeno Troll ha evolucionado llegando a fundirse con otro fenómeno muy actual: el influencer.

El influencer es un/a divo/a que se ofrece como "un ideal" a seguir por los demás. Muchos influencers se han dado cuenta que utilizar las estrategias de los Trolls les reporta muchos beneficios. Sobre todo en cuando a visibilidad y capacidad de ideologización de su ejercito de seguidores. Generar polémica es una maravillosa promoción. Seguramente se puedan quejar de la gran cantidad de Trolls que les hacen blanco de sus ataques. Esto es normal. A más polémica, mayor ideologización, promoción y también mayor capacidad de atracción de Trolls. Como es lógico, si son maltratados por muchos Trolls, la victimización es un maravilloso reclamo para conseguir la fidelización de sus seguidores.

Podría sorprendernos que haya una gran cantidad de influencers-Trolls que se presentan como católicos. ¿Cómo es posible esto si la fe debería unir, dar sentido, capacitarnos para comprender a quienes sufren? Sobre todo, la fe debería darnos una gran humildad, no una humildad aparente que muestre las "heridas" y se autoproclame "mártir". Esto no es verdadera humildad. Una verdadera humildad debería ayudarnos a darnos cuenta que no debemos ser nunca protagonistas. El único protagonista es Cristo. Nunca deberías promocionarnos mediante la creación de guetos y fanatismos.

¿Cómo actuar frente a un Influencer-Troll? Lo primero es no darles de comer. Es decir, no reaccionar a las polémicas de promoción que preparan. Mil veces mejor el silencio antes que un enfrentamiento. Si vemos que crea polémica con sus comentarios, borremos todo lo que no alimente y nos llene de esperanza. En los enfrentamientos quien nunca pierde el Influencer-Troll. Aunque se quede sin argumentos, el victimismo suple aquello de lo que se carece. Cuando vemos a que una persona maneja la fe para enfrentarnos unos a otros, mejor no hablar de ella para que no gane relevancia. Ante una polémica, mejor ofrecer en paralelo una alternativa verdaderamente cristiana. Se podría objetar que si hacemos esto estamos dejando que los Influencers-Trolls ganen espacio social. Si repasamos el salmo 127 nos daremos cuenta de la respuesta que nos da Dios: 

Si el Señor no edifica la casa,
    En vano trabajan los que la edifican;
    Si el Señor no guarda la ciudad,
    En vano vela la guardia.
(Salmo 127, 1)

Quien desea ser engañado, lo será aunque nos pongamos a luchar en su contra. Ya sabemos que "...nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede" (Jn 4, 44)


Evangelizar por medio de memes

 



Para empezar hay que tener claro qué es un meme y relevancia comunicativa en las redes sociales. Simplificando mucho, un meme es una imagen/animación que da soporte a un mensaje concreto. Los memes son los contenidos que más fácilmente se intercambian en las redes, por lo que permite dispersar un mensaje con rapidez. Existen memes de muchos tipos, pero la viralidad es más accesible cuando tienen utilizan patrones predefinidos. ¿Un ejemplo?


También existen memes basados en un patrón sencillo que resalta la frase o utiliza fondos llamativos para que se vean de manera clara entre muchas imágenes.




Lo normal es que una persona edite el meme de manera manual, lo que conlleva un trabajo que a veces nos es sencillo de realizar. ¿Por qué? Porque realizar un meme conlleva realizar una serie de pasos que necesitan tiempo, creatividad e inspiración:
  • Determinar qué se desea comunicar
  • Buscar la frase o conjunto de frases que se van a ubicar dentro del meme.
  • Seleccionar el patrón o fondo que mejor se ajusta a lo que se desea comunicar
  • Editar el meme mediante un programa de edición gráfica, por ejemplo Gimp.
  • Distribuirlo en las redes de forma inteligente: seleccionar redes, elegir la estrategia de promoción, buscar posibles colaboradores en la dispersión del meme, etc.
Aunque se realice convenientemente todo lo antes indicado, no hay certeza alguna del "éxito" del meme. ¿A qué llamamos éxito? Básicamente, lo que se busca es la viralidad. Es decir, que se comparta de forma exponencial en las redes.

Esta viralidad es muy complicada de conseguir cuando tenemos una temática religiosa, ya que esta temática disuade a muchas personas de compartir el meme. Aunque el meme sea estupendo, la inmensa mayoría de las personas prefieren que no se les relaciones con temas de fe. Sobre todo si es fe cristiana. Por lo tanto, el éxito de este tipo de meme no puede medirse sólo por la viralidad directa e instantánea.

A veces, nos podemos encontrar que un meme realizado hace años, sigue vivo en las redes. ¿Por qué este meme permanece? Aunque la viralidad sea reducida, consigue se compartido durante mucho tiempo. Un ejemplo real: en el año 2013 diseñe este meme que incluyo a continuación. 


No ha sido un éxito viral, pero todavía lo veo circular por las redes con pequeñas variaciones y cambios. ¿Un ejemplo? En el año 2020, me lo encontré en la cuenta de Twitter de Mons Munilla (Obispo de San Sebastián, España), con cambios en el tipo de letra, mensaje y sin la referencia a su origen.


¿Es esto un éxito? No lo sabría decir de forma rotunda. Al menos es un meme que ha perdurado y que me ha hecho reflexionar muchas veces sobre el sentido del éxito en los materiales que producimos para la red. Seguramente este meme ha sido visto por miles de personas y les ha impactado. Por eso algunas, lo siguen compartiendo. No se ha difundido de manera viral, pero ha permanecido moviéndose en la red. Quizás la permanencia muestre cierto logro en la elección del mensaje y la manera de comunicarlo. Logro que no debemos asimilarlo como propio, en ningún caso. Para comunicar esto, les dejo un meme que lleva dentro una frase de San Agustín. Es una frase que señala lo esencial de nuestra misión evangelizadora.