Nuevo lenguaje de comunicación de la Iglesia (II)

Dentro del mensaje del Santo Padre para la asamblea plenaria del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, nos encontramos con el siguiente párrafo:

El Santo Padre alentó a quienes le escuchaban al "compromiso de ayudar a cuantos tienen responsabilidad en la Iglesia a ser capaces de entender, interpretar y hablar el 'nuevo lenguaje' de los media en función pastoral, en diálogo con el mundo contemporáneo".

Vayamos por partes. Santo Padre nos dice que tenemos el compromiso de ayudar a quienes tienen responsabilidad en la Iglesia. Seguramente lo que se nos venga primero a la cabeza sea la estructura institucional de la Iglesia. Párrocos, obispos, directores de institutos religiosos, miembros de las ordenes religiosas, etc. Sí, claro que estas personas son responsables, pero también lo son todas aquellas en que se delega la responsabilidad: catequistas, agentes de pastoral, grupos de oración, etc. En último término, todos los fieles tenemos la responsabilidad de mantener la Iglesia.

Después, el Papa nos indica que la ayuda debe estar enfocada a la capacidad de entender, interpretar y hablar el nuevo lenguaje de lo medios, en la pastoral y en el diálogo con el mundo ¿A qué nuevo lenguaje se refiere el Papa?

Podemos pensar en la red como un soporte ideal para enviar o recibir cualquier mensaje. Podemos transmitir imágenes, sonido y textos, hasta dónde haya alguien que los desee aceptar.

El mensaje cristiano dentro de la red no puede ser monocrómatico y unidimensional.  Se debe transmitir en colores, con movimiento y acompañado de toda la literatura que queramos. Esto es novedoso para la Iglesia, ya que nos permite comunicar más allá de la palabra el mensaje cristiano. La experiencia comunicativa es ahora multimedia y ubicua. ¿Estamos preparados para tomar las riendas de este tren?

Por ahora el desarrollo multimedia está en pañales, pero en la década que viene nos encontraremos con la necesidad de competir con otros mensajes, no solo en fondo, sino en forma. De hecho ya existe una brecha en este sentido que se va ampliando día a día lentamente. Desgraciadamente estamos estancados en cierto sentido. Quienes creemos no vemos necesario ir más allá del fondo. Las formas nos parecen secundarias y hasta un poco deslegitimadotas del fondo. Pero fondo y forma deben estar en consonancia y transmitirse unidos para que el receptor entienda y dé importancia a lo que recibe.

Pensemos en el Kerigma que Pedro lanza a hablar a una multitud en Pentecostés. ¿Cuánto de fondo y forma contenía el mensaje de Pedro? ¿Qué dimensiones de cada aspecto incluía? ¿Cómo estaba enlazados fondo y forma? ¿Podríamos propiciar que esto pudiera repetirse hoy en día?

Evidentemente por medio de Pedro, el Espíritu Santo produjo una experiencia tan atractiva, coherente y subyugante, que miles de personas clamaron para ser bautizados.

Necesitamos a personas capaces y tocadas por el Espíritu que hagan que el Mensaje cristiano se difunda en la red uniendo forma y fondo ¿Un ejemplo? Vea o vuelva a ver, el vídeo de May Feelings. ¿Qué nos dice el video? ¿Por qué nos conmueve? Fíjese que aunque el formato no tiene una complejidad técnica especial, el mensaje llega como un mazazo. Necesitamos creadores multimedia capaces de orar para que de sus manos salgan instrumentos nuevos que lleguen a quien lo necesite. Algo así como creadores de una nueva iconografía, no menos sagrada, no menos impactante. El mundo está a una pulsación de ratón y tenemos que llegar a todos lo que necesitan el mensaje de Cristo.

Tenemos que ofrecerles a nuestros párrocos, obispos o comunidades, la comprensión de esta realidad, sus oportunidades, sus peligros. Al mismo tiempo tendríamos que ofrecerles nuestras capacidades de apoyar la pastoral y la evangelización. También tenemos que enseñarles, en la medida que sea posible, el nuevo lenguaje para que lo puedan utilizar.

Pero por detrás del lenguaje de comunicación hay mucho más. El lenguaje no sale sin más de las piedras, aunque Dios pueda hacerlo. Tampoco el mensaje sale de llaneros solitarios que recorren la estepa del ciber-espacio. Necesitamos comunidades de personas que colonicen la red, las redes sociales, los blogs, twitter y todo medio por donde el mensaje cristiano pueda circular. Comunidades que transmitan el mensaje, dialoguen con el mundo y den razón profunda de su Fe. La efectividad también forma parte del lenguaje cristiano desde el primer momento. Las comunidades son las que portan y transmiten este mensaje de forma más eficiente y creíble.

Preguntas¿Con qué facilidad ayudamos y nos dejamos ayudar por los demás? ¿Qué soy capaz de aportar en la comunicación interna y externa de la Iglesia? ¿Puedo yo solo afrontar el reto de hacer presente a la Iglesia en el continente digital? ¿Colaborar en comunidad? ¿Comunicarnos en comunidad?

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