Nuevo lenguaje de comunicación de la Iglesia (I)


En el mensaje del Santo Padre para la asamblea plenaria del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, se abordan una serie de aspectos interesantes que relacionan la Iglesia con las nuevas tecnologías e internet. Voy a detenerme a reflexionare brevemente sobre el primero de ellos:

Decía en Santo Padre, refiriéndose al mensaje que los católicos en las redes sociales:

"No se trata solamente de expresar el mensaje evangélico en el lenguaje de hoy, sino que hay que tener el valor de replantear de una manera más profunda, como ha sucedido en otras épocas, la relación entre la fe, la vida de la Iglesia y los cambios que el hombre está viviendo"

El mensaje Cristiano no es únicamente la primera llamada hacia Cristo, que llamamos Kerigma. El Kerigma es importante, pero el ser humano actual está vacunado contra ese mensaje y es muy difícil romper el muro de prejuicios que se ha tejido contra el cristianismo y la Iglesia.

Entonces ¿Qué nos pide el Papa? El Santo Padre nos invita a profundizar en el Kerigma y enlazarlo con dos realidades: la vida cotidiana y la trascendencia. Los judíos que oyeron a San Pedro gritar el Kerigma se abalanzaron sobre los apóstoles para ser bautizados. ¿Por qué no ocurre eso hoy?

Los judíos entendieron desde su vida cotidiana, desde sus afanes, desde sus sufrimientos y desde sus ansias, el mensaje que les llegó. Eso les conmovió y le conminó a ir hacia quienes eran depositarios del mensaje. Pero hoy en día y sobre todo en el primer mundo, es imposible que no nos sintamos salvados desde que nacemos. 

Observemos la realidad que nos rodea. ¿Por qué los centros de wellness son una mina de oro en medio de la crisis económica? Porque ofrecen saciar las ansias de bienestar físico y emocional a cambio de una cantidad de dinero adecuada. Las ofertas de ocio barato o gratuito tampoco están en crisis. La política nos ofrece cada cuatro años la salvación a todos nuestros males. Encima, pasados cuatro años, podemos echar al "salvador previo" y poner a otro más persuasivo. ¿Cómo podemos sentir la necesidad de salvación en este entorno? Estamos repletos de salvadores a sueldo dispuestos a salvarnos a cambio de … aquello que necesitan de nosotros.

Entonces ¿A los cristianos sólo nos queda la desesperanza? ¿Para quien es hoy en día el mensaje cristiano? Démonos cuenta que el mensaje cristiano no fue emitido para los "ricos" que se sienten salvados, sino para los pobres que necesitan y sufren de mil formas y maneras esa falta de salvación. El mensaje es para aquellos que no les sacia el wellness o las ideologías políticas. Es para aquellos que van de vuelta de todo el tejido de dulces engaños con que nos mantienen en expectativa de esperanza continua. Es para quienes no tienen ya esperanza en el mundo y necesitan dónde agarrarse de verdad y de forma sólida. Es para los desheredados de la sociedad de la opulencia y las apariencias. No creo que sean pocos todos los pobres con los que nos cruzamos por la calle de hoy en día. Para ellos es el Reino de los Cielos.(Mt 5,3) Pero, ¿Cómo hacerles llegar el mensaje?

¿Dónde podemos lanzar este mensaje para que sea oído? En principio en todas partes es posible lanzar el mensaje, pero internet es un lugar privilegiado, ya que estamos a la distancia de pulsar una tecla o de mover un ratón de cualquier persona. El Santo Padre lo sabe y la Iglesia comienza a ser consciente de ello. Internet, las redes sociales, son un estupendo lugar y además, es un lugar que congrega a muchos "pobres" que buscan respuestas y esperanza. Créanme no son pocos los pobres buscan en la red dónde agarrarse.

Pero, tal como indica el Papa, no vale lanzar el Kerigma sin más, al viento digital. Necesitamos ofrecerlo unido a una realidad cotidiana palpable y unido a la realidad de la Iglesia. Este mensaje no puede ser llevado por personas aisladas, ya que sólo es creíble si parte desde una comunidad viva e integrada en la realidad cotidiana. Una comunidad virtual o mucho mejor, una comunidad real que se hace presente en la red. Pero en todo caso, una comunidad que se apoye mutuamente y sea capaz de integrar a quienes se acercan a ella. El cristiano necesita ser y crecer en comunidad.

Quizás el reto más apasionante de la Iglesia sea conformar comunidades virtuales que conduzcan y apoyen a cristianos desde la virtualidad de internet. Aunque es evidente que no podemos quedarnos en la virtualidad de la red, las comunidades virtuales pueden ayudarnos a comunicarnos y vivir la Fe desde una cierta cercanía que no entiende de tiempo y distancia. Nos permitirían no desligarnos de la Iglesia cuando nuestras circunstancias vitales nos arrinconan y nos alejan de las comunidades reales. Además nos ayudarían a conformar nuevas comunidades reales o a integrarnos en comunidades reales ya existentes. Lo más importante en la vida de un cristiano es no desligarse de la vida en comunidad eclesial, ya que una Fe solitaria tiende a agostarse y desaparecer.

Preguntas¿Existe mensaje cristiano sin compromiso? ¿Existe mensaje cristiano sin misterio? ¿Podemos desligar mensaje, compromiso y misterio cristiano? ¿Integramos la difusión del Kerigma con la oración? ¿Siente suspicacia por las nuevas tecnologías? ¿Cuanto cree que tenemos que aprender para lanzarnos evangelizar en el continente virtual?

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