Cuando no se tiene nada que decir ¿Siempre es mejor callar?
Esta pregunta es muy frecuente en todos los ámbitos de la vida. Queremos acercarnos a una persona y no sabemos qué decir o preguntar. Dentro de una reunión queremos que los demás nos reconozcan y no tenemos nada especial que aportar. En las redes sociales sucede lo mismo. No tenemos nada que comunicar, pero no deseamos que vínculo comunicativo se rompa.
Esta pregunta es muy frecuente en todos los ámbitos de la vida. Queremos acercarnos a una persona y no sabemos qué decir o preguntar. Dentro de una reunión queremos que los demás nos reconozcan y no tenemos nada especial que aportar. En las redes sociales sucede lo mismo. No tenemos nada que comunicar, pero no deseamos que vínculo comunicativo se rompa.
Benedicto XVI nos habla en el Mensaje para la XLVI Jornada Mundial De Las Comunicaciones Sociales del silencio como un aliado que no debemos de olvidar:
…la relación entre el silencio y la palabra: dos momentos de la comunicación que deben equilibrarse, alternarse e integrarse para obtener un auténtico diálogo y una profunda cercanía entre las personas. Cuando palabra y silencio se excluyen mutuamente, la comunicación se deteriora, ya sea porque provoca un cierto aturdimiento o porque, por el contrario, crea un clima de frialdad; sin embargo, cuando se integran recíprocamente, la comunicación adquiere valor y significado.
El silencio es maravilloso y es necesario cultivarlo con cierta asiduidad, pero si nos pasamos de silentes tenemos el peligro de romper el lazo comunicativo con nuestros seguidores. ¿Qué hacer?
Miremos antes qué tipo de comportamientos son los más frecuentes en la red y analicemos si es conveniente estar silentes demasiado tiempo:
Miremos antes qué tipo de comportamientos son los más frecuentes en la red y analicemos si es conveniente estar silentes demasiado tiempo:
- Receptores. Están atentos a lo que ocurre en las redes sociales, pero no participan activamente.
- Emisores. Generan contenidos y difunden los que otros crean.
- Conversadores. Interactúan sin llegar a generar contenidos propiamente dichos.
Receptores y conversadores actúan como elementos que resuenan cuando los emisores difunden contenidos. Si el emisor deja de emitir, pierden interés con rapidez y buscan nuevos emisores a los que conectarse. Así mismo, según los emisores van agotando su capacidad de generar nuevos contenidos, también se desplazan a nuevos emisores.
Si un emisor tarda en emitir demasiado tiempo, los lazos que nos unen tienden a debilitarse y se pierde la tensión que nos lleva a congregarnos con cierta periodicidad. En verano es más frecuente que tengamos cierta dificultad para encontrar temas interesantes y hay que estar preparado para saber qué podemos hacer. No es mala idea preparar un mínimo de entradas para que se publiquen automáticamente mientras estamos de vacaciones. Hay que pensar que las vacaciones ocurren en diferentes fechas según el hemisferio donde vivamos. ¿Vamos a dejar a nuestros lectores del cono sur sin leernos durante agosto?
Entonces, ¿Qué comunicar cuando no hay nada que comunicar? Lo primero que deberíamos pensar es si realmente no tenemos nada que comunicar. Si nos cercioramos de no tener nada nuevo que compartir, les recomiendo algunas salidas posibles:
- Repasar viejas entradas y buscar los hilos sueltos que hemos dejado sin desarrollar.
- Buscar nuevas noticias sobre la temática de nuestro blog.
- Tomar un blog o página web, con contenidos similares y repasar si hay algún aspecto interesante que podamos ampliar o tratar.
- Buscar en las intervenciones del Santo Padre o lo obispos, alguna referencia a nuestra temática. Nunca está de más difundir este tipo de contenido.
- Hacer una entrada que difunda otros blog amigos. Seguro que tenemos blogs que nos gustan. Hablar de estos blogs y recomendarlos siempre es una oportunidad de crear networking católico.
- Hacer una retrospectiva del desarrollo del blog. A veces nos viene bien mirar atrás y ver todo lo que hemos hecho y compartir nuestras reflexiones con nuestros lectores. Esto no se puede hacer a menudo, pero de tiempo en tiempo, es una sana costumbre.
- Proponer a un lector asiduo que comparta un tema o reflexión a través de nuestro blog. También es posible pedir esto a un compañero blogger.
Estas son algunas ideas, pero seguro que alguno de ustedes tendrá alguna más que desee compartir con nosotros. Anímese y comparta su experiencia e ideas con nosotros.
Gracias Néstor.
ResponderEliminarTu siempre tienes muy buenas ideas.
Gracias!!
DTB!!
Gracias María... a veces se nos acaban las ideas o el calor del verano nos machaca en demasía. Hay que buscar por donde salir.
ResponderEliminarQue Dios te bendiga también a ti :)
Muy interesante su entrada Nestor. A veces me pregunto: ¿es que acaso, ya termine mi servicio como bloguera? Ultimamente no he sentido esa inspiración que me inclinaba a sentarme y escribir. Ha habido muchos cambios en mi vida y pareciera que la falta de salud entorpeciera el ánimo para escribir. Me viene muy bien lo que nos sugiere. Gracias.
ResponderEliminarMaria Auxiliadora, es normal que pasemos por rachas más comunicativas o menos propicias. La comunicación nace de un excedente que llevamos dentro y que deseamos compartir con los demás. A veces, por ejemplo cuando la salud decae, necesitamos que el flujo se invierta. Es decir, que sean los demás quienes nos ayuden a llenar ese vacío que tenemos dentro. De todas formas, siempre es Dios en que rellena nuestro anhelo de forma definitiva.
ResponderEliminarTe pongo en mi oraciones. Un abrazo en el Señor :)
Gracias sus palabras, Nestor me hacen bien.
ResponderEliminar