¿Cuán lejos pueden ir las iglesias en el mundo virtual?


Traigo un artículo interesante sobre los límites que las iglesias encuentran en este nuevo continente virtual. En la medida que vayamos entendiendo qué es posible y qué no lo es, podemos ir creando estrategias y ajustando las herramientas para llevar la buena noticia a través de la red. 

-----

¿Cuán lejos pueden ir las iglesias en el mundo virtual? 
Internet es un espacio nuevo y revolucionario con una diversidad que fascina. Reflejo de la riqueza de la vida real, en ella se encuentran muchas de sus verdades y también sus medias verdades (¡y sus mentiras!). Como un lugar virtual, ese espacio presenta una cuestión intrincada para las iglesias: ¿En qué medida la iglesia puede existir en un mundo virtual?


Todo depende de cual es la definición de iglesia. Probablemente los cristianos la describirán como el cuerpo colectivo de Cristo, que se reúne para alabar a Dios, celebrar los sacramentos y participar de la forma de culto que es aceptable para esa comunidad en particular. Por lo tanto, ¿puede esta realidad extenderse a una comunidad "virtual", que sólo existe en el ciberespacio?

Muchas iglesias anuncian sus servicios y eventos electrónicamente en esta era de la Internet. Esto ya es algo normal, y las páginas electrónicas han llegado a ser el equivalente a los letreros en el espacio público. Pero, ¿qué pasa con comunidades cristianas completas que existen exclusivamente en forma electrónica? ¿Puede verdaderamente llamárseles "iglesias"?

¿Es posible que la iglesia se esté transformando de tal manera que comunidades enteras, unidas solamente en y a través del ciberespacio, sean las nuevas denominaciones del siglo XXI? Al fin de cuentas, hoy hacemos transacciones bancarias y compras electrónicamente. ¿Podemos acaso también ser iglesia sólo electrónicamente? ¿O es que ser iglesia es algo diferente?

La interacción personal, la amistad y el apoyo mutuo forman parte integral de la pertenencia a una iglesia local. Se podría argumentar que las "ciberiglesias" intentan proveer estos elementos a aquellos que carecen de una experiencia de iglesia o aún del mismo evangelio, o para aquellos que se sienten desilusionados con el cristianismo organizado.

Cualquiera sea la razón, hay muchas personas para quienes la iglesia tradicional ya no es relevante, y se sienten más cómodas navegando por la red que si fuera invitadas a visitar un local de culto. Por lo tanto, ¿es que la iglesia se está transformando para responder a una necesidad? ¿Es acaso la ciberiglesia un sustituto efectivo o un reemplazo de la comunidad tradicional? ¿O es algo adicional?



¿Qué hay por ahí?

Bajo el auspicio de la diócesis de York, la Iglesia de Inglaterra ha establecido www.i-church.org. El objetivo es "proporcionar una comunidad cristiana a aquellos que quieren explorar qué es el discipulado cristiano pero no son capaces de pertenecer a una congregación local". Se intenta crear una comunidad virtual que se adapte a las personas que viajan o que necesitan mayor apoyo que el que reciben en su comunidad local. Alyson Leslie, una pastora laica que ha sido designada para dirigir el proyecto, sostiene que "las comunidades 'on line' pueden ser comunidades de amor, generosas y proveedoras de apoyo mutuo".

La Iglesia de los Tontos debe de ser una de las ideas más ingeniosas en el campo de la ciberiglesia. Es una "iglesia virtual" en tres dimensiones, donde los visitantes pueden adoptar para si un personaje tipo caricatura, entrar, sentarse en sus bancos, caminar por ella, etcétera. La Iglesia de los Tontos es una extensión de www.shipoffools.com, "la revista de la inquietud cristiana".

Funcionando entre los meses de mayo y agosto de 2004 como un experimento trimestral, logró reunir una congregación electrónica [on line] con personas de todo el mundo. Aunque el sitio funciona hoy, solamente puede acceder a él un usuario por vez. Se espera que, fondos mediantes, en el futuro múltiples usuarios puedan acceder simultáneamente. Los visitantes pueden arrodillarse, persignarse, cantar un "Aleluya" con las manos en alto y la cabeza inclinada hacia atrás. Pueden también visitar un tablero de anuncios y orar los unos por los otros.

Muchos sitios de iglesias cibernéticas parecen ofrecer algo semejante a lo que la iglesia ofrece. Un sitio basado en los Estados Unidos, www.cyber-church.com, afirma que su misión es "llevar a Jesucristo a la Internet y sin ninguna vergüenza anunciar su evangelio de amor y gracia a todos los visitantes". No pretende reemplazar a la comunidad de una iglesia local, pero quizás pueda ser "el hogar lejos del hogar" para sus miembros. El sitio promete una verdadera comunidad cristiana, y ofrece variados servicios, como la enseñanza bíblica, un foro de discusión y hasta una "conversación con compinches".

Otro sitio, también con base en los Estados Unidos, es www.alphachurch.org. Este pretende ser "una iglesia mundial completamente electrónica". Allí se encuentran estudios bíblicos y grupos de oración y de discusión, y los visitantes pueden escribirle al pastor, confesarse y pedir la absolución. Los cultos se difunden con sonido. ¡Y también se puede comulgar, bautizarse y casarse! Para tomar la comunión electrónicamente, se le pide al visitante que tenga a mano algo para beber y para comer, que escuche un culto de comunión grabado en el cual se bendicen los elementos y, finalmente, que los coma y los beba.

¿Una "buena segunda opción"?

La Iglesia Evangélica en Alemania (EKD) organizó recientemente un simposio sobre el tema "e-Comercio, e-Subastas y e-Dios?" Esto es un reflejo del creciente interés en las comunicaciones electrónicas dentro de las comunidades cristianas. El organizador del evento, Tom Brok, comenta que en el futuro puede haber una nueva categoría de miembros en las iglesias en Alemania: una congregación especial en Internet, donde las personas se relacionan y comparten sus problemas o discuten sus objetivos personales.

Matt Rich, de la Misión Internet, cree que la ciberiglesia es una "buena segunda opción" y que tiene aspectos positivos. Sin embargo, en su opinión, una de las desventajas para estos cibercristianos es que, a pesar de estar envueltos en algunos elementos propios de la vida de la iglesia, el aspecto comunitario es limitado. La iglesia está allí para servir a los demás, para dar y recibir, para ser desafiada y para desafiar, y esto es muy difícil de hacer en forma "virtual".

Stephen Goddard, coeditor de la Iglesia de los Tontos, cuyo patrocinante principal es la Iglesia Metodista en el Reino Unido, cita al pastor Jonathan Kerry, secretario coordinador para culto y educación de esa iglesia: "Juan Wesley, el fundador del metodismo en el siglo XVIII, decía 'el mundo es mi parroquia'; hoy, 300 años después, esa parroquia también incluye el ciberespacio". Para Kerry, "visitar y participar en la adoración en la Iglesia de los Tontos ha sido desafiante y edificante y nos ha hecho repensar acerca de cuáles son los elementos esenciales del ser de la iglesia. Las iglesias de ladrillo y cemento van a continuar, pero las comunidades cristianas electrónicas serán un suplemento".

Según la opinión de Jean-Nicolas Bazin y Jerome Cottin, en su libro Cristianismo Virtual [1], Internet "puede aportar beneficios enormes a las iglesias en su difícil misión al comienzo del siglo XXI". Ellos agregan que las iglesias deben tener una presencia en la red, "por lo menos para hacer de este nuevo espacio de diálogo social un lugar donde se promueva un auténtico intercambio humano, de una manera justa y ética". La respuesta de las iglesias al desafío que trae la Internet tiene como base la creencia de que "la visibilidad de Dios está mas allá de nosotros y no bajo nuestro control."

Todo cambia

La personas cambian, sus vidas y percepciones son diferentes y ellas pueden ver a la iglesia virtual como una forma no amenazadora para comenzar a explorar la dimensión espiritual de la vida. A fin de responder a esa necesidad, la iglesia también se transforma para poder presentar las buenas nuevas de Jesucristo a aquellos que nunca irían a un templo tradicional. Pero si esas necesidades pueden o no ser colmadas electrónicamente es una pregunta que permance abierta.

Aunque a veces las iglesias cibernéticas puedan parecer comunidades completas, quizás sea más adecuado verlas como un puente o un escalón, una introducción al cristianismo, que ha de finalizar en una "verdadera" fraternidad, en un lugar de culto local. Pienso que muy poca gente afirmaría que las ciberiglesias pueden ser un sustituto de la "cosa verdadera".

Los foros de discusión, los estudios bíblicos, los sermones, las reflexiones, los relatos, los testimonios y las ideas, el compartir la fe con otros alrededor del mundo... pero, ¿podrán los creyentes y aquellos que buscan tener una experiencia significativa y verdadera de la iglesia, si esta es sólo electrónica [online]?

Stephen Goddard responde de la siguiente manera a esta pregunta: "Estamos más preocupados con el hecho de que mucha gente que viene a la Iglesia de los Tontos no encuentra la experiencia de la verdadera iglesia en la iglesia tradicional [offline]".

Ciertamente esto debe ser materia de reflexión.


Autora: Sheila Jacobs es una escritora cristiana que ha ganado varios premios. Sheila es miembro de la Iglesia Pentecostal Elim, en Braintree, Essex, Inglaterra. 


Tomado de la página del Consejo Mundial de Iglesias

0 comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por dejar sus comentarios en este blog. Si su comentario no guarda las mínimas condiciones de respeto y educación, será eliminado.